Verificar el estado de un servidor web: guía práctica y herramientas

Última actualización: octubre 22, 2025
  • Interpretar códigos HTTP (200, 3xx, 4xx, 5xx) es clave para localizar el punto de fallo.
  • Métodos online y pruebas locales (DNS, puertos, HTTP) se complementan para un diagnóstico fiable.
  • Monitoriza el uptime con alertas para reducir el impacto en UX, SEO e ingresos.

Comprobar estado de servidor web

Cuando una web no carga, lo primero que pensamos es que el servidor está caído, pero la realidad es más amplia: el fallo puede estar en el hosting, en la red, en el DNS o incluso en tu propio equipo. Por eso conviene conocer cómo verificar de forma fiable el estado de un servidor web y qué significan los resultados de esas comprobaciones.

En las próximas líneas encontrarás un recorrido completamente práctico que integra diversas metodologías y herramientas públicas para medir la disponibilidad, interpretar códigos de estado HTTP, diagnosticar desde tu ordenador y monitorizar el uptime con alertas. También verás cómo verificar servicios locales en 127.0.0.1 sin depender del ping, y qué hacer si la caída afecta solo a tu ubicación o a todo el mundo.

Qué significa comprobar el estado de un servidor web

Comprobar el estado no es solo ver si un sitio “abre” o no. Implica confirmar que el dominio existe y resuelve, que los puertos del servidor web están abiertos, que las rutas de red son funcionales y que la aplicación responde con un código correcto. Tanto los proveedores de alojamiento como los ISP introducen redundancias para mitigar incidencias, pero ningún sistema está libre de cortes, mantenimiento, fallos eléctricos, caídas de dispositivos (switches/routers) o ataques.

También hay problemas en el extremo del usuario: tu proveedor de Internet puede estar experimentando interrupciones, tu conexión local puede haber caído o un cortafuegos mal configurado podría bloquear el tráfico. Incluso los motores de búsqueda y rutas de la red intentan vías alternativas cuando detectan problemas, lo que a veces se traduce en largos tiempos de carga sin que el sitio esté realmente caído.

Herramientas de verificación online y auditores de seguridad ayudan a localizar la causa cuando algo no responde. En el caso de que seas propietario de la web, si confirmas una caída real, lo adecuado es contactar con tu proveedor de hosting para revisar logs y estado del servicio. Si eres usuario, en muchos escenarios solo queda esperar a que el sitio vuelva.

Herramientas para verificar web

Códigos de estado HTTP clave y cómo interpretarlos

Al verificar un servidor web, una de las salidas más valiosas es el código de estado HTTP. Estos son algunos habituales y su significado práctico:

  • 200 OK: El servidor devolvió contenido para la URL solicitada; es la respuesta “buena”.
  • 301 Moved Permanently: La URL se ha movido de forma permanente; las siguientes solicitudes deben ir a la nueva ubicación.
  • 302 Found: Redirección temporal; para la próxima vez se debería intentar de nuevo la URL original porque el cambio no es definitivo.
  • 307 Temporary Redirect: Similar al 302; indica una redirección temporal manteniendo el método y cuerpo de la petición.
  • 400 Bad Request: El servidor no entiende la solicitud; suele haber un problema con la forma en que se envió.
  • 401 Unauthorized: Hace falta autenticación válida; el contenido está protegido y sin credenciales no se accede.
  • 403 Forbidden: El acceso está prohibido aunque te autentiques; la política del servidor bloquea la visualización del recurso.
  • 404 Not Found: El recurso no existe en esa ruta; es normal en URLs rotas y los buscadores lo usan para depurar qué URLs son válidas.
  • 410 Gone: Similar al 404, pero indica que el recurso existió y se ha eliminado de forma deliberada.
  • 500 Internal Server Error: Error genérico del lado del servidor; revísalo con tu proveedor o administrador porque apunta a fallo de la aplicación o del servidor.

Gracias a estos códigos, una herramienta puede decirte si el sitio está operativo o qué tipo de incidencia está ocurriendo, incluso cuando la página no “carga” en el navegador.

Métodos rápidos para saber si una web está caída

Si tu web es accesible en tu red pero no en otras regiones, podrías estar perdiendo visitas y autoridad. A continuación verás cuatro métodos online sencillos para verificar disponibilidad global sin instalar nada.

Método 1 — Verificación básica con Website Planet

Esta plataforma ofrece un comprobador muy simple: introduces la URL completa y pulsas en Comprobar. Si la web está activa, te mostrará que está operativa. Es una prueba rápida cuando solo buscas un sí/no.

Método 2 — Verificación con Host Tracker

Frente a un verificador básico, aquí obtendrás más detalle: puedes revisar velocidad de página, HTTPS, ping, rastreo, puertos, seguridad y más. Además permite configurar monitorización en tiempo real con alertas (esto requiere registro o plan de pago), mientras que el chequeo puntual se puede usar de forma gratuita.

  • Accede a la web de Host Tracker y busca el bloque de «Chequeo de página web».
  • Cambia a la pestaña Ping para validar disponibilidad desde múltiples ubicaciones.
  • Introduce la URL y deja la ubicación predeterminada «todo el mundo» para ampliar la cobertura.
  • Ejecuta la prueba y observa la columna de Estado; considera normales uno o dos fallos puntuales si la mayoría son buenos.

Método 3 — Verificación con Site24x7

Esta herramienta comprueba disponibilidad desde más de 100 localizaciones (incluyendo Barcelona, Londres, Nueva York, Sídney y China). Junto al estado, ofrece gráficos y tablas con datos de la comprobación.

  • Introduce la URL completa y pulsa Probar ahora.
  • Si todo va bien, verás “OK” en cada ubicación; si no, algo como “Host Unavailable”.

Método 4 — Verificación con KProxy (vía proxy)

Con KProxy accedes al sitio a través de un servidor proxy en otra región. Si tu web no está operativa en tu ubicación pero sí en otras, verás la página a través del proxy. Es una forma útil de descartar bloqueos o incidencias geográficas.

Comprobaciones manuales de estado web

Comprobaciones manuales desde tu equipo

Antes de culpar al servidor conviene realizar pruebas locales básicas que te den pistas inmediatas. Aquí tienes varias con sus objetivos:

  • Ping: abre Terminal/PowerShell y ejecuta: ping tudominio.com. Si responde, hay conectividad IP; si no, puede haber problemas de red o DNS. Ojo, que el ping puede estar bloqueado en el servidor y no significa que HTTP esté caído.
  • DNS/NSLOOKUP: con nslookup tudominio.com o dig tudominio.com verás si el dominio resuelve y qué IP devuelve. Si no resuelve, revisa registro, servidores de nombres (NS) o propagación DNS.
  • Comprobación HTTP: usa curl -I https://tudominio.com para ver el código de estado y cabeceras sin descargar la página completa.
  • Puertos 80/443: en Linux/macOS, nc -vz tudominio.com 80 y nc -vz tudominio.com 443; en Windows, Test-NetConnection tudominio.com -Port 80 y -Port 443. Si no hay conexión, podría haber firewall o servicio web apagado.
  • Traceroute: traceroute/tracert te muestra el camino de red; cortes a mitad indican incidencias intermedias fuera de tu control.

Estas pruebas suelen ser suficientes para diferenciar si el problema está en tu lado (caché, DNS local, VPN, firewall en tu equipo) o realmente en el servidor o la red intermedia.

Diagnóstico completo en 5 pasos

Una forma didáctica de cubrir todo el proceso es seguir esta cadena de verificación, que muchas herramientas automatizan:

  1. Comprobar que el dominio existe y tiene NS configurados. Si el dominio no está registrado o caducó, nada más funcionará.
  2. Validar que los NS autoritativos resuelven la IP. Comprueba registros A/AAAA y que el DNS no responde NXDOMAIN.
  3. Hacer ping a la IP. Si responde, hay conectividad básica; si no, puede estar bloqueado el ICMP o existir un corte.
  4. Comprobar puertos HTTP/HTTPS (80 y 443) abiertos y escuchando; si están cerrados o filtrados, el servicio web no será accesible.
  5. Solicitar la página y revisar el código HTTP. Ese 200 OK o una redirección bien montada son buena señal; un 5xx apunta a problemas en servidor.

Siguiendo estos pasos sabrás en qué punto exacto se rompe la cadena y podrás actuar con precisión (DNS, red, puertos o aplicación).

Métricas típicas que muestran las herramientas

Algunas utilidades devuelven campos con datos crudos para entender la calidad de la conexión y la respuesta del servidor. Verás variables similares a ubicación, estado HTTP, IP del objetivo y tiempos parciales:

  • location: desde dónde se hizo la prueba (país/ciudad/nodo).
  • error / httpStatus: error textual si lo hubo o código HTTP devuelto.
  • ip: IP a la que se conectó (útil para verificar resolución DNS).
  • connectTime, tlsTime, headTime, dataTime, redirectTime, responseTime: desglose temporal de la conexión TCP, negociación TLS, primeros bytes y redirecciones.
  • reqCount: número de solicitudes (sube con redirecciones, por ejemplo).
  • sizeStr / speedStr: tamaño de la respuesta y velocidad efectiva de transferencia.

Con estos indicadores puedes diagnosticar si se pierde tiempo en la conexión, en TLS, en el backend o en cadenas de redirecciones.

Uptime: por qué importa y cómo se calcula

El tiempo de actividad o uptime es la proporción de tiempo que tu sitio está disponible. Se expresa como porcentaje, y 100% sería disponibilidad total 24/7 (algo virtualmente inalcanzable). Por eso los proveedores hablan de valores como 99,9% o 99,95%.

Un modo sencillo de calcularlo es: uptime = (tiempo disponible / tiempo total del periodo) × 100. Con 365 días, hay 8760 horas; si un sitio estuvo 4 horas caído, tendríamos (8756 / 8760) × 100 ≈ 99,95%.

¿Por qué vigilarlo? Porque el tiempo de inactividad tiene impacto real: empeora la experiencia de usuario, puede hacer caer ingresos publicitarios y ventas, perjudica el SEO si se vuelve frecuente, y también puede destapar intervenciones maliciosas o malware en la web.

Para prevenir sorpresas, establece monitorización continua. Además de verificadores bajo demanda, hay bots y servicios que avisan con alertas cuando tu web no responde, permitiéndote actuar antes de que el problema se prolongue.

Monitorización continua y alertas

Más allá de la prueba puntual, interesa montar un sistema que te notifique caídas y cambios críticos. Hay varias vías complementarias que no requieren siempre herramientas de pago:

  • Alertas personalizadas en Google Analytics: puedes disparar avisos si el tráfico cae por debajo de un umbral en un periodo. Es un indicador indirecto, pero útil.
  • Comunidad en redes sociales: audiencias fieles suelen avisar si detectan que tu sitio no funciona.
  • Bots de seguimiento de cambios: algunos servicios monitorean modificaciones críticas y disponibilidad.
  • Comprobadores gratuitos de uptime: según la herramienta, puedes configurar notificaciones cuando el sitio esté inactivo.

Elijas la opción que elijas, lo importante es recibir alertas pronto para acortar al máximo el tiempo de indisponibilidad.

Cuando solo te falla a ti vs. cuando está caído para todos

Primero, verifica si el problema es local. Si solo te ocurre a ti, prueba estas medidas rápidas que suelen resolver incidencias caseras:

  • Abre el sitio en modo incógnito; si carga, limpia caché y cookies del navegador.
  • Comprueba la propagación DNS (especialmente tras cambiar servidores de nombres) con un verificador de propagación como WhatsMyDNS para ver si la IP nueva ya se refleja en tu ubicación.
  • Desactiva temporalmente la VPN; hay sitios con medidas de seguridad que bloquean tráfico de VPNs.

Si el sitio está caído para todo el mundo, toca actuar de forma coordinada con tu proveedor y tu propio stack técnico:

  • Contacta con el hosting, indica cuándo detectaste la caída y pide revisar logs y eventos del servidor.
  • Escanea el sitio en busca de malware si sospechas intrusión o inyección de código.
  • Verifica el estado del dominio: que no esté caducado; activa la autorrenovación o paga varios años si prefieres minimizar riesgos. Mantén actualizado tu email de contacto con el registrador para recibir avisos.
  • Si sufres caídas recurrentes, evalúa cambiar a un proveedor con mejores garantías de uptime. Hay hosts recomendados por WordPress (por ejemplo, algunos como Bluehost u Hostinger) que suelen incluir dominio y SSL gratis en sus planes de entrada.

Una buena práctica es montar sitios de prueba y medir tiempos de respuesta desde varias regiones para comprobar si un hosting cumple su promesa de disponibilidad bajo carga.

Verificar servicios locales en 127.0.0.1 sin depender del ping

Cuando tu software necesita comprobar si algo escucha en 127.0.0.1:PUERTO, el ping no sirve: ICMP puede responder aunque el servicio HTTP no esté activo, o puede estar bloqueado. Lo fiable es intentar una conexión TCP al puerto o hacer una petición HTTP real si procede.

Por ejemplo, en Python, en lugar de “hacer ping”, prueba con sockets o con requests para confirmar que el proceso responde en el puerto esperado:

# Verificación rápida de puerto con sockets (TCP)
import socket

def puerto_abierto(host="127.0.0.1", puerto=8080, timeout=1.0):
    with socket.socket(socket.AF_INET, socket.SOCK_STREAM) as s:
        s.settimeout(timeout)
        try:
            s.connect((host, puerto))
            return True
        except Exception:
            return False

# Uso: si no está abierto, inicia el programa
if not puerto_abierto("127.0.0.1", 8080):
    # Lanza tu servicio aquí (subprocess.Popen([...]))
    pass

Si el servicio es web, confirma con una petición HTTP para validar tanto la escucha de puerto como la respuesta de la aplicación:

# Verificación HTTP explícita
import requests

def servicio_http_ok(url="http://127.0.0.1:8080/health", timeout=1.5):
    try:
        r = requests.get(url, timeout=timeout)
        return r.status_code == 200
    except Exception:
        return False

En Windows, PowerShell también ayuda: Test-NetConnection 127.0.0.1 -Port 8080 indica si el puerto está escuchando. Así evitas falsos positivos del ping y puedes arrancar el proceso solo cuando realmente no está en ejecución.

Notas de hosting y servicios relacionados que te pueden interesar

Vinculado al estado del servidor, muchos proveedores ofrecen paquetes que incluyen elementos clave para la estabilidad. Un ejemplo típico en España (como los planes SSD NVMe con centro de datos en Madrid) incorpora cPanel, certificados SSL gratuitos con Let’s Encrypt, migración sin coste y creación de cuentas de correo ilimitadas, además de soporte técnico en español por teléfono y por email.

En funcionalidades de dominio y correo, es habitual encontrar dominios promocionales sin coste en altas nuevas, subdominios, dominios aparcados ilimitados, gestión de DNS, cuentas de correo con POP/IMAP y webmail, filtros antispam y autoconfiguradores. Para la capa de red, también verás protección Anti‑DDoS, cortafuegos, acceso a logs y bloqueo de IPs.

En cuanto a certificados, además del SSL gratuito, suele haber opciones de IP dedicada (con coste anual contenido), certificados Wildcard (con precios que arrancan en torno a los 100 €/año), EV (alrededor de 195 €/año) y OV (en el rango de 525 €/año), cada uno con requisitos y validaciones diferentes. Si tu proyecto lo requiere, pregunta por estas opciones y su impacto en la confianza del navegador.

Para desarrolladores, verás soporte para PHP, Python y Ruby on Rails desde el panel, directivas .htaccess y mod_rewrite, acceso FTP/SSH, bases de datos MySQL con espacio sujeto al alojamiento, y autoinstaladores (Softaculous) para desplegar WordPress, PrestaShop, Joomla, Drupal, Magento, phpBB, SugarCRM, etc. Muchas soluciones incluyen construcción de sitios con asistentes tipo “crea tu web” para levantar una página en pocos pasos.

La seguridad y copias es otro pilar crítico del uptime: es frecuente disponer de copias de seguridad diarias incrementales gestionadas por el proveedor, herramienta de backup en el panel para el cliente, y servicios de restauración bajo demanda. Suma a eso una garantía de devolución de 30 días en nuevas altas, útil para validar rendimiento y estabilidad sin riesgo.

Finalmente, recuerda que un buen pack de hosting no elimina la necesidad de tus propias comprobaciones: monitoriza, recibe alertas, interpreta códigos y ten un plan de respuesta (contacto con el proveedor, revisión de DNS, firewall, certificados, logs y malware) para minimizar el tiempo de inactividad.

Aunque ninguna infraestructura garantiza el 100% del tiempo activo, con una combinación de verificadores online y pruebas locales, interpretación correcta de códigos HTTP, monitorización de uptime y procedimientos de respuesta, tendrás control real sobre la disponibilidad de tu sitio; si además cuidas DNS, puertos, certificados y seguridad, estarás reduciendo los puntos de fallo y reaccionarás más rápido cuando algo se tuerza.